¿Sabías que hay muchas personas que invierten alrededor de un 70% de su tiempo recordando sucesos pasados, o creando situaciones con “momentos perfectos”? y que dedicamos únicamente un 30% de nuestro tiempo a vivir de forma plena el momento presente.
Siempre les digo a las personas que acompaño en consulta que no es malo recordar aquellos momentos que nos hicieron felices, ni tampoco visualizar situaciones ideales para nosotras. Sin embargo, el problema principal ocurre cuando nunca logramos ser felices con el momento presente.
Es habitual que las personas pasen tiempo imaginando que serán felices cuando logren tener una vida estable; cuando tengan dinero suficiente para viajar; cuando encuentren pareja; cuando tengan un hijo; cuando consigan un buen trabajo o un ascenso en el suyo.
Te repito, no es negativo o malo tener objetivos que sabemos que al conseguirlos nos van a dar un poco de energía positiva; el problema es pensar equivocadamente que nuestra felicidad solo depende de la consecución de estos objetivos.
¿Por qué es importante vivir en el momento presente?
Muchas veces me preguntan “¿Qué es vivir el momento presente?”. La respuesta siempre es la misma: se trataría de aprender a reconocer nuestras emociones y sentimientos, y aceptarlos tal y cómo son. Siendo capaces de evitar que la tristeza por sucesos pasados o la ansiedad e incertidumbre por el futuro nos paralicen.
Y, ¿por qué es tan difícil vivir en el aquí y ahora? Es habitual que nuestros horarios estén llenos de responsabilidades y deberes que nos exige la sociedad en la que vivimos y que nos animan a vivir de forma totalmente inconsciente con el piloto automático activado. Dedicamos mucho tiempo a preocuparnos por situaciones que han ocurrido y/o que van a ocurrir. Toda esta circunstancia nos lleva a focalizarnos en esas circunstancias o a evitar el dolor emocional, sin darnos cuentas que esto nos impide vivir con plenitud y disfrutar del aquí y ahora. Para vivir el momento presente tenemos que estar dispuestas también a experimentar y sentir ese dolor emocional, a enfrentarnos a él y a aprender a gestionarlo.
Desde pequeños se nos enseña a que dedicarnos tiempo a nosotros mismos y al autocuidado es signo de profundo egoísmo. Se nos enseña a que debemos controlar nuestras emociones y que las emociones malas hay que eliminarlas. Lee esto con atención: las emociones no se pueden ni se deben controlar, si las sentimos es por algún motivo. Nos quieren decir algo, nos proporcionan información y si intentas controlarlas van a acabar por intensificarse. Por ello, intentar esconderlas o evitarlas no va a ser la solución ya que vas a esconder los problemas que hay detrás de estas emociones, y estoy plenamente segura de que cuando menos te lo esperes van a llamar a tu puerta y probablemente de forma mucho más intensa.
El presente es un momento que nos proporciona muchas situaciones de paz, aprendizaje, bienestar y alegría. Sin embargo, es habitual que no sepamos cómo experimentar esa plenitud.
Claves para conseguir estar presente
Para que comprendas la esencia de lo que esto significa, vamos a compartir contigo un cuento que habla sobre en lo que consiste estar presente:
«Un hombre se le acercó a un sabio anciano y le dijo:
Me han dicho que tú eres sabio… Por favor, dime ¿qué cosas puede hacer un sabio que no está al alcance de las demás personas?
El anciano le contestó: cuando como, simplemente como; duermo cuando estoy durmiendo, y cuando hablo contigo, sólo hablo contigo.
Pero eso también lo puedo hacer yo y no por eso soy sabio, le contestó el hombre, sorprendido.
Yo no lo creo así, le replicó el anciano. Pues cuando duermes recuerdas los problemas que tuviste durante el día o imaginas los que podrás tener al levantarte.
Cuando comes estás planeando lo que vas a hacer más tarde. Y mientras hablas conmigo piensas en qué vas a preguntarme o cómo vas a responderme, antes de que yo termine de hablar.
El secreto es estar consciente de lo que hacemos en el momento presente y así disfrutar cada minuto del milagro de la vida.»
A continuación, voy a compartir contigo algunas herramientas que te van a ayudar a vivir el momento presente:
Suelta las mochilas del pasado: las situaciones pasadas en numerosas ocasiones ocupan gran parte de nuestra atención. Existen personas que ocupan gran parte de su tiempo en añorar aquellos momentos que les hicieron felices o lamentándose por fallos cometidos en el pasado. Esto es una carga muy muy pesada para llevarla toda tu vida. Es fundamental aprender a ver las situaciones del pasado de una forma positiva, focalizándote en el aprendizaje de esas situaciones.
No puedes controlar todo aquello que te sucede: nuestro instinto de supervivencia nos lleva a intentar controlar todo lo que nos sucede. Sin embargo, no todo lo podemos controlar y cuando anticipamos cada cosa que “nos podría ocurrir” estás dejando de vivir el presente y te muestras agobiada y estresada. Esto lleva a pensar de forma obsesiva en tu futuro.
Meditación: no hay mejor manera de aprender a vivir en el presente que la meditación. Es un ejercicio a través del cual vas a practicar la atención plena. Vas a aprender a poner atención total a aquello que sientes y piensas en el momento presente. El momento presente es lo único que tienes y el presente es lo único que hay.
Beneficios de la práctica de la atención plena:
Con la práctica de la atención plena vas a conseguir lo siguiente:
- Vas a ser consciente de qué cosas son importantes para ti.
- Vas a hablarte de forma más compasiva.
- Vas a dedicar tiempo de calidad y presencia en todo aquello que realices.
- Vas a vivir con propósito y sentido, realizando actividades que te llenan y que te conducen a metas importantes para ti.
- Vas a aceptar tus experiencias interiores.
Tienes que estar consciente de que lo único real que podemos vivir es ciertamente el presente, el aquí y ahora, todo lo demás es estar en otro sitio diferente que no se trata más que de una fantasía. Desafortunadamente, ya sea por nuestra educación, nuestra cultura, o bien el mundo en el que vivimos actualmente, estar presente nos resulta bastante complicado. Sin embargo, es muy necesario si queremos ser los protagonistas de nuestra propia vida.
Reflexiona, observa tus pensamientos y acciones del día a día. La mayor parte del tiempo estarás pensando o haciendo algo de cara al futuro, te estarás planteando lo que hiciste hace ya tiempo. Rememoras el tiempo pasado creyendo que pudiste hacerlo mejor en algunas ocasiones. Seguramente en pocas situaciones estés presente en el instante en el que vives, aprovechándolo, valorándolo y disfrutándolo. No te preocupes, esto es algo que puedes cambiar, todos nosotros tenemos la capacidad para prestar atención al momento que vivimos.
Estar presente no es otra cosa que apreciar y vivenciar lo que estamos haciendo en el preciso momento en el que lo hacemos. Ya sea disfrutar de una taza caliente de té por la mañana, un paseo por la montaña, la música que escuchamos o la comida que estamos preparando. Cualquier situación es buena para aprender a estar en ella, presentes, con toda nuestra atención y sentidos puestos ahí.
Estar presente te acerca a tu felicidad de forma inevitable, ya que es el único momento que existe realmente. A través del momento presente puedes lograr armonizar todos tus sentidos, pensamientos y sensaciones. Solo estando presente serás capaz de encontrarte contigo mismo, para aumentar tu autoconocimiento e ir desarrollándote a través de tus experiencias. Cualquier cuestión que te saque de tu instante está deteniendo tu pleno desarrollo.
Piensa menos y siente más
Para disfrutar de una experiencia es mejor que pongas todos tus sentidos enfocados hacia ella. En esos instantes da prioridad a tus sentidos, porque pensar demasiado te lleva a hacer evaluaciones y juicios que te distraen de la experiencia. Siente de manera plenamente consciente, prestando atención al sonido, a lo que hueles, lo que ves, lo que tocas, etc. Aprende a vivir así más con tus sensaciones.
Conecta con tu emoción presente, sin importar cual sea
Vivimos todo tipo de experiencias que nos generan diversas emociones. Algunas nos causan dolor, otras alegría, tristeza o rabia. Habitualmente intentamos evitar aquellas que están catalogadas por nuestra sociedad como emociones negativas. Intentar negarlas nos lleva a mantener un sufrimiento innecesario. Es importante que te dejes estar, que entiendas que toda emoción esconde un mensaje y debes atender a lo que te está queriendo decir. Esa emoción pertenece de una forma auténtica a tu aquí y ahora.
Te invito a que trates de poner atención plena a cada cosa que hagas. Vas a aprender a disfrutar cada día de forma consciente, despierta y atenta. Espero que este artículo te ayude a iniciarte en este proceso de vivir el presente. Y que poco a poco empieces a vivir de forma más consciente, aceptando tus sentimientos, emociones y pensamientos.
Por tu éxito y el mío
Martha
Referencias
Psicología monzo
Crear salud
Mazui